
Cuando abanzamos por el tiempo somos como un domador de leones haciendo el número de los trapecistas. A menudo olvidamos nuestro lugar, nuestro momento y casi siempre perdemos la consciencia del valor, de aquello que merece la pena. Al fin y al cabo, podemos encontrar el equilibrio de nuevo, volver a la cuerda, y descubrir que el futuro es un conjunto de puertas abiertas por escojer, y que nada es mejor que entrar y salir sin miedo y aprovechar todas aquellas oportunidades que sean bonitas, bonitas sin más, como las cosas sencillas que la vida puede regalarnos.
bonitas, sin más.
ResponderEliminarqué bonito es leer algo así por aquí!
oh, també estàs per aquí.. :) doncs et segueixo!!! (sóc .November del flickr!!)
ResponderEliminarun petonet
Y maldita sea la lógica, claro está :)
ResponderEliminara veces el problema viene cuando te equivocas de puerta, y no puede retroceder hacia atrás. sólo esperar que pase el tiempo y abrir una nueva puerta. Esperándo que sea mejor!
ResponderEliminarobsesionado con el tiempo? mucho de lo que leo por aqui y en tu flickr va relacionado con ello.
ResponderEliminarMe encanta lo que escribes