sábado, 27 de junio de 2009

el último tren del mundo.

Un viaje abstracto, de vuelta a casa, sólo, sin nadie en el vagón. Silencio, pausa, como si el espacio y el tiempo aquí dentro fueran solo para mi. Escapamos, yo y mis fantasmas, por las vías, por túneles que van entrando y saliendo del subsuelo de la ciudad, cada vez más lejos de todo, cada vez más rápido, mientras afuera la noche se va volviendo verdaderamente oscura.
Se alejan las últimas luces de tu/mi ciudad, huyo al norte, y ahora el paisaje, la ventana, los asientos, son un rincón para mi, un pequeño paraíso de producción poética en el que derramo mis secretos más íntimos en voz baja, sabiendo que este momento es mío, que este tren vacío es el último tren de mi mundo.


miércoles, 10 de junio de 2009



cogería el tren equivocado.

martes, 9 de junio de 2009

a thousand miles away.

Cuando el tiempo ocupa espacios insospechados, lejos de relojes de pared y de las muñecas de todos esos hombres que me rodean hoy, que viven con la prisa por llegar a algun sitio, me siento a respirar la incertidumbre que os rodea; y huele a azufre, a desengaños escondidos bajo sonrisas de fotomatón.
Debajo de todo este orden, de esta consciencia del tiempo y su brevedad y, sobretodo, debajo de esta sutil ignorancia pintada de fórmulas y diccionarios, se esconde algo pequeño, frágil y a la vez lleno de energía, un concepto del ser vivo, vivo y vital, que olvidamos constantemente en nuestra constante búsqueda de imaginarios.
No conocemos el tiempo; creemos conocerlo. Creemos reconocernos a nosotros en él y abanzamos perdidos por un mapa que creemos verdadero pero que parte de la vida y se aleja de ella, del instinto animal que reside en la libertad que olvidamos hace años.
La vida es un corriente, una electricidad que hemos convertido en un tetris social, mal encajonado, que busca un orden que no es el nuestro.
Sólo en la libertad existe la vida tal y como es.

sábado, 6 de junio de 2009

dónde acaba la tierra y empieza el mar.


la maestría del tiempo
sólo se alcanza
en algun olvido fugaz,
cuando se pierde la consciencia,
y reina en el cuerpo
el espíritu indomable
de la vida a flor de piel.